En el día a día, es bastante habitual que necesitemos adquirir algún bien y no dispongamos del dinero necesario para comprarlo. Esto puede deberse a que surja una necesidad inmediata como, por ejemplo, que se haya roto el termo eléctrico de casa, o bien a al deseo de tener una propiedad que nos aporte calidad de vida, como puede ser el caso de la compra de un vehículo o una casa. Para estas situaciones, podemos solicitar a las entidades bancarias algún tipo de préstamo que nos permita alcanzar nuestro objetivo. Pero, evidentemente, en función del tipo de adquisición que queramos realizar, estos variarán y sus condiciones, también.
Uno de los préstamos que utilizamos más frecuentemente y del que minimizamos su importancia, es el crédito que nos ofrecen nuestras tarjetas. Gracias a su uso, podemos contar con una cantidad de dinero que habremos estipulado previamente con la entidad bancaria, pero que sabemos que recibiremos en un corto espacio de tiempo. Realmente el funcionamiento sería como un adelanto de dinero que, posteriormente, el banco recuperará. Puede ser un recurso ideal para pequeñas compras que tengamos que hacer a causa de imprevistos, o para hacer frente al pago de algunas facturas que han podido resultar superiores a lo esperado o, incluso, para realizar un arreglo a nuestro vehículo. Con carácter general, su mantenimiento lleva un gasto anual asociado y pueden cobrarse comisiones.
Otra de las opciones que es muy utilizada, son los créditos personales. En este caso, solicitamos a la entidad bancaria una cantidad “x” que podemos utilizar para diversos fines, como puede ser realizar una reforma del hogar e irnos de viaje. Generalmente, los requisitos para su concesión son bastante asequibles. Deberás estudiar las distintas alternativas que te ofrecen cada una de las entidades bancarias.
Por último, haremos mención a los créditos específicos. Como su nombre indica, son préstamos que las entidades bancarias conceden para sufragar los gastos de un determinado objetivo, tales como los créditos para vehículos o los de educación. El dinero que se solicite debe ser utilizado para costear dicha compra. Ofrecen ventajas bastante atractivas para la persona que los contrata.