Os presentamos a Leopold Roca, el API que soñó con abrir una agencia inmobiliaria en China. ¿Increíble? Quizás, pero cierto.
Y es que, seamos claros, que un API decida, así como quien no quiere la cosa, plantarse en la milenaria China para instalar una oficina inmobiliaria, tiene mucha miga. Que te lo explique, no tiene precio.
Con una sempiterna sonrisa y un desbordante entusiasmo, Leo (API de Barcelona, miembro de la junta de FIABCI y de la red Century21 desde sus oficinas de consultoría Gand House y Company Gestió, de las que es copropietario junto con la también API Anna Company) nos ha explicado con todo lujo de detalles (¡incluso gráficos!) una de las experiencias de su vida.
A través de su historia, nos hemos emocionado, ilusionado, sorprendido ante el choque cultural y conocido los entresijos del negocio inmobiliario en China. Gracias por escoger a Api.cat como tu compañero de viaje en esta “aventura literaria”, Leo.
Esta versión de “cómo abrir una oficina inmobiliaria en China y no morir en el intento” tiene todos los ingredientes de un best seller inmobiliario. ¡Agárrense, que vienen curvas!
5 de diciembre de 2013 | Barcelona – Xiamen
Llegó el momento.
Cuando uno emprende un viaje de cualquier tipo y más uno de estas características, lo hace desde el convencimiento de llegar, adaptarse al medio, sus habitantes y cultura, absorber como una esponja y aprender de todas las experiencias que está a punto de vivir.
Me viene al recuerdo una frase que mi padre siempre añorado padre repetía. “Hijo, cuando China despierte el mundo temblará”, solía decir. Debía ser una premonición. En cualquier caso, ahora China y yo nos cruzamos.
Salida desde Barcelona camino de Ámsterdam. Tengo el presentimiento de que esto es algo grande. Y de que estábamos en lo cierto Anna Company, mi socia, y yo, cuando hace ahora cinco años yo y tres Anna, iniciamos el proyecto de apertura de una oficina inmobiliaria en China. Es nuestro momento.
Atrás quedan ya las pequeñas desilusiones, el providencial encuentro con Chenny Wong, mi compañero de Century21 y socio en este proyecto y las primeras experiencias en operaciones inmobiliarias e inversiones con ciudadanos chinos. Ahora es momento de palpar la realidad de China. Y en esta aventura se nos une Wei Jen, que aunque hace 9 años que reside en España, será la persona que estará al frente de la oficina que vamos a abrir en China.
Plácida travesía desde Ámsterdam y llegada a Xiamen sin mayores dificultades. Después de 12 horas de vuelo, salgo.
China me espera.
6 de diciembre de 2013 | Xiamen
Siete horas de diferencia horaria con España.
Primera impresión desde fuera del aeropuerto: de China tradicional, nada. Muy occidental todo lo que observo. Son muy desordenados en las colas. Gritan mucho al hablarse en media distancia y por teléfono. Y se cuelan y te empujan constantemente.
El tráfico es ya tema aparte. Para conducir no son de otro país, ni siquiera otro continente. Son de otra galaxia, directamente. ¡En las pocas horas que llevo ya he visto cuatro accidentes de cierta gravedad en la ciudad!
Con una población de cerca de 2 millones de habitantes (censados), Xiamen es considerada una ciudad muy pequeña, según los parámetros de aquí. Ciudad económica, no industrial, su potencial radica en el turismo y comercio al por menor.
Grandes complejos de edificios de entre 20 y 40 plantas. Obras muy recientes, incluso recién acabadas. Calidades mediocres para los precios de comercialización. Vivienda estándar de 85 m2 de dos dormitorios y de 120 y 135 m2 de 4 dormitorios.
¡Quedan por delante días apasionantes!
Mañana comienza la agenda de órdago de los próximos días hasta mi vuelta.
7 de diciembre de 2013 | Xiamen – Quanzhou -Xiamen – Putian
Desayuno de campeón para una larga y apasionante jornada. Hoy: reuniones con fondos de inversión, agencia de inmigración, inversores privados y empresa constructora.
“Ave” lento (existen tres tipos de trenes de alta velocidad, y este va a 200 km/h) a Quanzhou, a 70km. Son las 06.00h y la estación está a reventar.
Llegada a la estación de Quanzhou. Monumental. Casi tan grande como un aeropuerto. Ciudad de 9 millones de habitantes, muy rica e industrial. Grandes promociones de seis u ocho edificios iguales, con más de 30 plantas cada uno. Aspecto oscuro, poco o nulo diseño.
Aquí, reuniones con constructor e inversor.
En toda reunión se realiza la toma del té, curioso ritual. Puede durar horas entre conversaciones y de repente dicen “vamos” y debes levantarte y casi salir corriendo… Las reuniones pueden parecer interminables. Y siempre te agasajan con algún presente.
Vuelta a Xiamen, al hotel, recogida de equipaje y de nuevo a la estación de Ave dirección a Putien, ciudad en la que pernoctaré. Cojo un taxi.
En Xiamen los taxis son muy baratos. Un trayecto similar al de Aeropuerto del Prat – Barcelona ida y vuelta cuesta unos 100 Yuan (al cambio, 15 €). ¡Eso sí, divertido como el Dragon Khan!
Llegada a Putian, ciudad hiperindustrial de 3 millones de habitantes. Cena en comedor privado con cinco grandes empresarios de la ciudad. Al llegar, algunos se concentran alrededor de una mesa redonda, jugando al Póker, y es que el juego acompaña las relaciones.
Banquete tradicional de alto copete con comida típica regada con vino español de Rioja en mi honor… y ahora empiezo a entender la dinámica del Guanxi, concepto básico en la sociedad china.
La forma de hacer negocios aquí no tiene parangón con nada conocido en Occidente. Aquí los negocios no se conciben sin una relación de confianza previa (llamada Guanxi). Primero te relacionas, compartes té, comida, fiesta, conversación y luego papeles. Si te quieres saltar estos preceptos y este orden, estás perdido. Fracasarás. Ellos necesitan conocer a la persona primero, incluso antes de saber qué les ofreces. ¡Esto lo llevan en el ADN!
Y para entrar en ese círculo, en esa red de relaciones entre personas que cooperan entre sí, es absolutamente imprescindible hacerlo a través de alguien del país, socio o partner.
Al acabar la comida/cena se acude generalmente a locales donde se pueden recibir masajes de todo tipo y características, tomar una sauna, jugar a cartas y dados, fumar o comer algo, descansar, e incluso dormir. Se trata de locales muy arraigados a una cultura milenaria, ideales para cultivar el Guanxi.
Mañana, nueva estación en el viaje.
Nos espera Hangzhou, metrópoli de 8,8 millones de habitantes. Cuna de la seda, rica, industrial primero, reina en servicios después y adicionalmente ahora también en el sector financiero… Y lugar donde decidimos emplazar nuestra tan ansiada oficina, cuya puesta en marcha prevemos para antes del verano.