
Apartamento en la playa
Una de las noticias inmobiliarias más interesantes de las últimas semanas nace de los resultados de una encuesta realizada por el Banco Central Europeo sobre la estructura de la propiedad en la zona del euro, la cual revela que el 36,2% de las familias españolas posee una segunda residencia. Sin embargo, el dato que no conocemos es cuántas de esas familias están satisfechas con su adquisición. Y es que, aunque en teoría este tipo de vivienda, destinada al descanso durante las vacaciones, debería ser fuente de satisfacción, lo cierto es que en ocasiones puede serlo también de fuertes dolores de cabeza.
La buena noticia es que si antes de seguir adelante con la compra nos hiciéramos las preguntas oportunas, con toda seguridad estaríamos más cerca de tomar la decisión correcta. Así pues, ¿qué es lo que deberíamos plantearnos antes de firmar el contrato de compraventa? En Api.cat hemos seleccionado las cinco preguntas que creemos más útiles.
1. ¿Querré venir siempre a este lugar?
A veces nos “enamoramos” de un lugar y creemos que siempre querremos ir a esa playa o a ese pueblecito en la montaña. Sin embargo, no nos damos cuenta de que una cosa es pasar un semana al año en un lugar que nos encanta, y otra muy distinta, hacerlo año tras año todos los veranos o puentes. Por ese motivo, piensa bien si cuando quieras dejar tu piso de Barcelona por unos días, te gustaría ir siempre al mismo enclave o preferirías cambiar y dejarte sorprender por nuevos lugares.
2. ¿Es correcto el estado de la vivienda?
Tanto si es de obra nueva como si es de segunda mano, es fundamental que compruebes minuciosamente el estado de la vivienda. En el primer caso, cerciórate de que las calidades son las que se indican en la memoria, y en el segundo, asegúrate de que está en buenas condiciones. Por ejemplo, si la propiedad está en la costa es importante que te fijes en si hay humedades en las paredes. Y es que, una inversión de este calibre exige una decisión hondamente meditada y tomada con criterio.
3. ¿Realmente me lo puedo permitir?
Por muy tentador que sea, antes de acudir a la cita con el notario, deberías coger papel y boli y hacer números en casa. Algunos expertos aconsejan aplicar una sencilla regla. Nadie debería destinar los ingresos de más de cuatro años a pagar una vivienda. Además, deberías sumar los gastos relacionados con la vivienda: seguros, impuestos, comunidad de vecinos, etc., ya que, muchas veces se subestiman.
4. ¿Conozco bien el entorno?
Es recomendable pasarse por el lugar donde está ubicado el inmueble diferentes días de la semana y, si fuera posible, en distintas épocas del año. Es la mejor manera de evitar sorpresas desagradables. Se trata de tener un lugar donde poder ir a descansar los fines de semana sin tener que padecer atascos, que cuente con servicios médicos mínimos y que no sea una localidad “fantasma” más allá de los meses de verano, ya que, eso normalmente se traduce en escasa seguridad y elevado nivel de robos.
5. ¿Podría rentabilizarla si no la uso?
Si adquieres la vivienda y más adelante decides rentabilizarla alquilándola los meses de verano o los fines de semana, antes deberías asegurarte de que los servicios que tiene a su alrededor serían suficientes para los posibles inquilinos. Por ejemplo, si tiene aparcamiento, supermercados próximos, centros médicos, zona de ocio cerca o está bien comunicado.
¿Te han parecido útiles estas preguntas y consejos? ¿Crees que hay algo más que se debería tener en cuenta antes de adquirir una segunda residencia? Cuéntanos.
Foto: BIT Comunicación