Miles de familias contienen la respiración antes de abrir y mirar el importe de sus facturas mensuales de agua y de luz. No es de extrañar, recordemos que en el caso de la luz, la factura se ha incrementado hasta un 80% desde el inicio de la crisis en 2008.
A José Vaquero esto no le pasa porqué a decidido ‘cortar los cables’ y no depender de las compañías eléctricas. Ha construido Casa Martina, un proyecto de la empresa Alternativa Energética, a 40 km de Madrid. Se trata de una casa pasiva que es autosuficiente, es decir, que goza de independencia energética. En api.cat hemos hablado con él para saber cómo se ha hecho realidad este proyecto.
La casa obtiene la energía de fuentes renovables, concretamente tiene sistemas de energía fotovoltaica, solar térmica y geotérmica. Pero tan importantes son las fuentes de energía renovables como tener un aislamiento perfecto y una orientación estudiada al milímetro. Teniendo en cuenta las sinergias del entorno donde se ubica la casa, se puede aprovechar al máximo la energía de la propia naturaleza.
A Casa Martina no le hace falta abrir las ventanas para ventilar, el aire circula y se renueva en su interior gracias a un pozo canadiense: una instalación que hace pasar el aire del exterior por debajo de la tierra para hacer que entre al interior de la casa a la misma temperatura que hay. A su vez, permite que salga el aire renovándolo sin perder energía. De este modo la casa está fresca en verano y cálida en invierno.
Una red de recogida y tratamiento de aguas pluviales y grises, abastece dos depósitos que permiten aprovechar el agua para llenar las cisternas de los inodoros y regar las zonas verdes y un pequeño invernadero que tiene la vivienda.
Cuando la renovación del aire del pozo canadiense no es suficiente para aclimatar la vivienda, se recoge la energía de la instalación solar térmica y de una bomba de calor geotérmica, logrando una temperatura confortable todo el año.
La combinación de todos estos sistemas y acciones para ahorrar energía, hacen que Casa Martina consuma alrededor de un 90% menos de energía que una vivienda habitual. ¡Casi nada!
Pero a José Vaquero llegar hasta aquí le ha costado años de constancia y sobretodo, de no dejar de creer nunca en que este es el camino correcto y el de la vivienda del futuro, a pesar de tener que sortear palos en las ruedas: “España es el único país del mundo que penaliza la energía solar, si quieres consumir la energía de tus propios paneles solares debes pagarle a las compañías eléctricas una tasa, una penalización”, lamenta Vaquero y sentencia: “es como plantar un huerto y tener que pagarle al supermercado por consumir tus propios tomates”.
En cuanto al coste, José Vaquero afirma que no se puede decir una cifra puesto que cada casa pasiva es un proyecto que se diseña en función del cliente y de las necesidades del entorno. Sin embargo, advierte: “Hay que valorar la hipoteca energética, que es lo que mucha gente no ve, lo que te ahorras en pagar energía a las compañías durante todos los años que vivas en una casa pasiva. La inversión se suele amortizar en 8 o 10 años”
La tecnología existe y todas las evidencias parecen demostrar que es viable y accesible, entonces, ¿te animas a hacerte una casa pasiva, por ejemplo, en Mataró?
Foto: Alternativa Energética