Miras a tu alrededor y ves un espacio blanco, vacío, limpio, amplio, sencillo, iluminado… ¿Sabes de qué se trata? Estás en una casa minimalista. Te contamos todo sobre esta tendencia, para que puedas incorporarla a tu vivienda de L’Hospitalet.
El diseño minimalista está basado en la fórmula “menos es más”, slogan del arquitecto alemán Mies Van der Rohe, precursor de esta tendencia. Se limita a lo esencial, desechando lo recargado, ya sea en cantidad o calidad. Busca la sencillez por encima de todo, se trata de permitir al individuo la concentración, el equilibrio y la relajación. Esta corriente estética ha alcanzado a otras artes, como la pintura, la escultura o la música, aunque aquí vamos a limitarnos a su vertiente arquitectónica.
Las casas de diseño minimalista reducen su estructura al mínimo necesario. Muy influenciadas también por la sencillez de la arquitectura japonesa, buscan la armonía y el respeto al entorno natural. Esto se logra con volúmenes geométricos, y contornos de líneas limpias y simples, con amplios ventanales y jardines de gran sencillez, muchos de ellos de estilo zen. Las fachadas de las casas minimalistas , de gran relevancia en el conjunto de la edificación, son fácilmente reconocibles por ser monocromáticas, modernas, geométricas y sugerentes de un espacio interior conceptualmente espiritual.
El estilo minimalista en interiores es puro y sobrio. Busca un efecto satisfactorio y acogedor, pero reduciendo al mínimo los ornamentos y evitando ser recargado. Se logra dando preferencia al espacio y a la luz. Ésta es natural, acentuada por espacios abiertos o transparencias, y cuando es artificial se prefiere fría. Invade todas las estancias, es la gran protagonista. Actores secundarios pero también muy importantes son las líneas rectas, sólo las texturas alteran la simplicidad.
Como ocurre en las obras de los famosos arquitectos contemporáneos John Pawson, Souto de Moura, o Tadao Ando, en la casa minimalista vamos a encontrar un gran respeto por los materiales. Se trata de usarlos en la forma más purista posible, y del mismo modo, se tiene preferencia por los que son de origen natural, ya que la búsqueda de la armonía del individuo con la casa es básica, y en esto la naturaleza juega un gran papel.
Los tonos suaves piden permiso al blanco para decorar paredes, suelos y techos. En los textiles, también de fibras naturales, los estampados brillan por su ausencia, sólo hay pequeñas notas de color en algún detalle. El mobiliario es quien más rompe la monocromía, se permite alguna ligereza, pero se prefiere que haya pocos muebles, tanto que esconde gran parte de ellos en armarios, o tras paneles y puertas que se confunden con la pared. La funcionalidad es quien decide qué muebles son necesarios.
Prácticamente no hay a la vista ornamentos ni complementos, excepto plantas, lámparas y algún pequeño detalle en el que poner nuestro sello personal, para que nos dé la titularidad de la estancia. Los toques orientales son también frecuentes, en mobiliario, esculturas o jardines interiores. El orden es omnipresente, así como la limpieza, que se ve facilitada por la falta de obstáculos y objetos. Con todo esto se obtienen ambientes relajantes, tranquilos, en los que desconectar del estrés que sufrimos fuera del hogar.
Tal vez estés pensando que si ya tienes una casa rural en Vilafranca del Penedès no puedes convertirla en una minimalista. Aunque hablamos de un estilo con claves muy marcadas, es posible combinarlo con otros. Entre muchas fotos de casas minimalistas vistas para este artículo, destaca la siguiente, en la que puedes ver cómo un ambiente rústico antiguo se atiene perfectamente a las premisas del minimalismo para los interiores.
Es un estilo ideal para nuestros días, ¿te apuntas?
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