Quizás es una pregunta que no te habías hecho nunca, y ciertamente es un debate que ha pasado desapercibido en España. Sin embargo, es una realidad que los nuevos contadores digitales de la luz revelan mucha información sobre nuestros hábitos y costumbres en el hogar. ¿Podría suponer esto una invasión a la intimidad de las personas?

¿Son los contadores digitales una invasión a la privacidad?
Los nuevos contadores digitales registran nuestros hábitos de consumo eléctrico al momento, con el objetivo de hacer una facturación más precisa, que tenga en cuenta el precio de la luz a cada hora.
Pero la otra cara de este supuesto avance es que, al monitorizar nuestro consumo, también están monitorizando nuestra actividad diaria. Es decir, las compañías eléctricas pueden saber cuándo nos despertamos, a qué hora comemos, cuándo ponemos una lavadora o cuando nos vamos de vacaciones, por ejemplo. Y este último punto ya se ha demostrado que facilita información a los ladrones para seleccionar las viviendas donde entrar a robar, por ejemplo. Pero además, las compañías también pueden llegar a saber tipos y marcas de electrodomésticos, generando datos agregados de alto valor comercial, que otras empresas, seguro, desearían tener.
Esta reflexión sobre la privacidad, que aparece en un artículo publicado en la revista Muy Interesante, no es nueva en aquellos países donde el uso de los contadores inteligentes ya lleva tiempo en funcionamiento. De hecho, están surgiendo movimientos ciudadanos en contra de estos contadores, debido a temas relacionados con la vulneración al derecho de la privacidad. Es más, en Holanda, por ejemplo, el cliente puede rechazar la instalación del contador digital al considerar que las lecturas frecuentes que hace automáticamente el aparato vulneran el derecho a la privacidad. ¿Vives en un piso en Barcelona? ¿Qué te parece esta reflexión sobre la privacidad?
La situación en España
El mismo artículo afirma que, en España, y para la tranquilidad de todos los consumidores, la Agencia Española de Protección de Datos considera que los datos de consumo eléctrico tienen un nivel de protección medio (similar a los datos bancarios), lo que supondría fuertes multas para las compañías eléctricas si los utilizaran inadecuadamente.
Los contadores inteligentes que actualmente se están desplegando en España recogen y almacenan el consumo eléctrico cada hora, para conformar lo que se conoce como “curva de carga” y que se utiliza principalmente para generar la factura eléctrica.
Lo que señala la autora del artículo es que, si esta curva se procesa y se pone en valor, los datos recogidos también pueden convertirse en servicios útiles tanto para el consumidor final, como para las compañías eléctricas. Como por ejemplo: calcular cuánto consumen los aparatos en stand-by, desgranar la factura eléctrica por tipo de carga (consumo en climatización, iluminación, electrodomésticos, etc.), crear herramientas para optimizar los metros cuadrados necesarios de paneles solares o para ayudar a mejorar la eficiencia energética en el hogar, etc.
Foto: Pinterest
Visto en: Muy Interesante