Imagina que has decidido comprar una casa en Cambrils o un piso en Badalona. Probablemente te hayas enfrentado a pocas decisiones en la vida tan importantes como esa, ¿verdad? Sobre todo si, como suele ser habitual, te ves en la obligación de pedir un préstamo hipotecario a una entidad bancaria para afrontar el pago de la vivienda. Y es que ligarse a una hipoteca supone un sólido compromiso a largo plazo; una relación que, en ocasiones, puede durar más que el matrimonio.
Contratar un préstamo hipotecario conlleva una serie de derechos y de obligaciones que todo aquel que quiera comprar un piso debería conocer con detalle antes de iniciar los trámites de solicitud. Sólo si el comprador potencial es consciente de cuáles pueden ser las consecuencias de firmar ese compromiso con el banco, podrá tomar la decisión más adecuada sin riesgo de arrepentirse en el futuro.
Por eso, el Banco de España ha publicado una interesante Guía de acceso al préstamo hipotecario que recopila información amplia y valiosa para quienes tengan intención de solicitar una hipoteca. Un documento que está a disposición del público tanto en entidades bancarias como en la web del Banco de España.
En Api.cat queremos ayudarte a descifrar las claves de esa guía. Y empezaremos por lo básico.
¿Qué ley regula las hipotecas?
El consumidor que contrata un préstamo hipotecario está protegido por la Orden EHA/2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios. También encontrarás indicaciones al respecto en la Circular 5/2012, de 27 de junio, del Banco de España, a entidades de crédito y proveedores de servicios de pago, sobre transparencia de los servicios bancarios y responsabilidad en la concesión de préstamos.
¿Qué diferencia hay entre un préstamo y un crédito?
Cuando pides un préstamo, recibes del banco una suma determinada de dinero y te comprometes a devolverla, junto con los intereses que le correspondan, en cuotas periódicas en función de lo que hayas acordado con la entidad. Si pides un crédito, el banco te concede cierta cantidad de dinero de la que puedes disponer a medida que lo necesites, en el momento y la cantidad que decidas. En ese caso, también te comprometes a devolverlo, junto a los intereses, en los plazos acordados con la entidad. Cuando se trata de comprar una vivienda, es más habitual solicitar un préstamo hipotecario que un crédito hipotecario.
¿Qué es un préstamo hipotecario?
Suele ser un préstamo a largo plazo que la entidad bancaria concede a un cliente para que pueda adquirir una vivienda. Cuenta con una garantía especial que lo diferencia de préstamos personales: la propia vivienda. Gracias a esa garantía, el cliente puede devolver el dinero prestado en un plazo amplio y con un tipo de interés menor que en otros préstamos. Como contrapartida, la entidad puede quedarse con la vivienda si el cliente no cumple con su compromiso de pagar las cuotas. Y si el valor de esa vivienda es menor al valor del dinero prestado, la deuda podría no quedar saldada por completo. Una condición que el futuro comprador debería sopesar con cuidado antes de iniciar cualquier trámite.
Foto: Kevin Shorter