Comprar tu casa ideal, ya sea en Tarragona o en Barcelona puede ser un proceso largo y pesado. Quizás tengas que ver decenas de propiedades antes de encontrar lo que estás buscando. Y eso, puede ser tan estresante para ti, como para tu agente API.
Está claro que es su trabajo y dedicará todos sus recursos para satisfacerte, pero como cliente hay cosas que debes tener en cuenta para no acabar volviéndole loco. Básicamente porque entonces, el proceso de compra se alargará más de lo deseado.
¿Quieres saber cuáles son las típicas situaciones en las que, como comprador, puedes volver loco a tu agente? ¡ Pues sigue leyendo y tenle compasión! Bromas a parte, es importante que ambas partes os comuniquéis, tengáis paciencia y mucho sentido del humor.
1. Quieres pasarte horas viendo casas que no están dentro de tu presupuesto.
Tu agente API hará una selección de casas a visitar en función de tu presupuesto y los requisitos que tú mismo le has especificado. ¿Entonces para qué perder el tiempo viendo inmuebles que están fuera de tu alcance? Puede ser que quieras coger ideas de decoración, ubicación o distribución pero es una forma de desgastarse que solo te hará perder tiempo y, quizás, sentir cierta frustración. Más vale centrarse en buscar y visitar aquellas casas que sí se ajustan a tus necesidades y bolsillo.
2. Haces ofertas a la baja muy descaradas
Está bien que intentes negociar el precio de compra de una vivienda, es casi un obligación y eso también lo sabe el propietario, que seguramente ya tiene un margen pensado. Ahora bien, lanzar una oferta descaradamente a la baja puede ser casi una ofensa para el vendedor. No te rebajará 1000.000 euros porqué sí y con una actitud tan agresiva de entrada, solo conseguirás que te cierre la puerta y prefiera esperar a otro ‘candidato’ más flexible.
3. Querer negociar el precio en el último momento sin decírselo a su agente.
Quizás crees que es una buena estrategia mostrar interés por la casa, avanzar en la negociación, quedar para hacer un pre acuerdo y justo antes de firmar unas arras contraatacar pidiendo una nueva rebaja sin haberle comentado nada a tu agente. No lo es. Primero, porque él trata de ayudarte, es tu aliado y necesita que confíes en su intermediación. Segundo, porque acabarás generando una tensión que puede salirte bien o muy mal, en el sentido que el vendedor se enfade y finalmente decida no venderte la casa por haber maniobrado así.
4. Intentar hacer el trabajo de tu agente API
Tu agente de confianza cobrará unos honorarios por hacer su trabajo, siempre y cuando tu consigas la casa que estás buscando en Sitges. ¿Por qué crees que no se entregará en cuerpo y alma a buscar lo mejor para ti? Deja que haga su trabajo, él conoce mejor que nadie el mercado, la oferta y la demanda.
5. No tener claro lo que quieres y cambiar de opinión varias veces.
Es legítimo y normal que a medida que vas viendo casas, tu criterio varíe pero cambiar radicalmente de opinión constantemente solo será un caos para ti y para tu agente API. Debes tener una idea más o menos clara de lo que buscas y dónde lo buscas, ya que dando palos de ciego y pasando de preferir una casa a un piso o de un barrio a otro, se desperdicia mucho tiempo y energía.
¿Estás de acuerdo con estos ejemplos?
Foto: Itacblog