Vender la casa donde has nacido, crecido o formado una familia en no es fácil. Son muchos los momentos felices que has pasado en ella y eso genera un apego muy grande. Pero una vez has decidido que la vas a vender, hay ciertos errores emocionales que no puedes cometer. ¡Te los contamos en api.cat!
1. Establecer el precio guiado por el ‘valor sentimental’
Apegarse emocionalmente a tu casa es normal, porque uno mismo no lo ve como un simple inmueble, si no como un hogar. Y el concepto de hogar es mucho más. Quizás se trate de la casa donde has nacido en Manresa y que has heredado de tus padres, o de un apartamento en Cambrils donde pasaste todos los veranos de tu infancia. Sea como sea, no pierdas de vista que para el comprador eso no tiene importancia y que buscará un precio ajustado a la realidad del mercado.
Para eso están los profesionales API, para asesorarte objetivamente y ayudarte a vender tu casa en los tiempos y al precio óptimos según el contexto presente del mercado inmobiliario.
2. Paralizarse a la hora de negociar el precio a la baja
Pero a menudo los propietarios con un apego muy grande, hacen caso omiso de los consejos de su agente API. Y luego, van pasando los meses y la casa no se vende. Al final, probablemente se tenga que bajar el precio y eso puede producirle cierto pánico o vértigo al vendedor, que cree que está perdiendo mucho dinero o malvendiendo algo muy valioso para él. No pensar con la cabeza fría y no fijar un margen para la negociación es un error que te traerá más estrés que otra cosa
3. Celebrar la venta antes de tiempo
Te diríamos que hasta que no haya una firma ante notario, prácticamente no cantes victoria, pues el comprador se podría arrepentirse en el último momento o pedir una rebaja adicional después de una reflexión previa a la firma.
Si has recibido muchas ofertas por la casa, como propietario te sientes más seguro y tiendes a no ser tan flexible en las negociaciones. Pero cuidado, tener muchas ofertas aumenta las probabilidades de venta, sí, pero no las garantiza. Desde el momento en que un posible comprador hace una oferta, hasta llegar a firmar, queda mucho partido por jugar. Una actitud arrogante o inflexible en un punto delicado de la negociación, podría frustrar la venta.
4. Quedarse estancado con tu visión de las cosas
Quizás tu crees que tienes una terraza maravillosa e inmejorable, comparando con lo que se puede encontrar en la zona. Además invertiste dinero y tiempo en ponerla bonita y ahora viene una visita interesada en comprarte la casa, y te dice que la terraza es vieja, pequeña y hay que reformarla entera. Bueno quizás el cliente tenga 3 hijos que juegan mucho en la terraza y tu la disfrutabas solo.
Es decir, que tu hayas vivido en esa casa de Barcelona de una forma, no significa que le vaya bien a todo el mundo y el no tener en cuenta las necesidades que los visitantes puedan tener según su estilo de vida, puede traerte disgustos, que no llevan a ninguna parte.
Dedícate a destacar lo más positivo de la vivienda según el potencial del comprador y listo.
¿Vas a vender una casa? ¿Te sirven estos consejos?
Foto: Pinterest
Visto en: Trulia