¿Es un efecto de la crisis? ¿Del furor por recuperar todo lo antiguo o del creciente interés por vivir en entornos rurales? Puede que un poco de todo, pero lo que está claro es que son cada vez más las personas que deciden reformar la casa del pueblo, aquella que heredaron de sus padres o abuelos, que había quedado en el abandono o relegada como residencia de vacaciones. Si es tu caso, hoy en api.cat te damos algunos consejos.
1. ¿Qué porcentaje de la casa quieres conservar?
Este es el primer punto que deberás considerar, ya que de ello dependerá la cantidad de dinero a invertir en la reforma y los trámites que deberás hacer. Por ejemplo, no es lo mismo mantener solo la fachada, que conservar muros y paredes. Del mismo modo que no es lo mismo tener que renovar todas las instalaciones de esa casa rural en Olot, que mantenerlas porque ya se cambiaron en su momento.
2. ¿Es necesario un proyecto técnico?
Si pretendes hacer una reforma superficial, es decir, cosas como: renovar el alicatado del baño, pintar las paredes, cambiar suelos, puertas y otras pequeñas reformas del estilo, no es necesario que contrates a un arquitecto que te haga un proyecto. Lo puedes ir haciendo poco a poco tú mism@ o contratando a los profesionales adecuados para cada cosa.
Si por el contrario, tu casa en Bellver de la Cerdanya necesita una reforma integral, ya es otro cantar. Sube el presupuesto necesario y hace falta un arquitecto que diseñe un proyecto técnico de rehabilitación, ya que este profesional es el encargado de velar por la legalidad y la idoneidad de las obras a realizar.
3. ¿Qué permisos necesitas?
Con o sin proyecto, es imprescindible que acudas al ayuntamiento del municipio donde se encuentra la vivienda y te informes de qué permisos y licencias necesitas solicitar para llevar a cabo tu reforma. Recuerda que una licencia de obras menores es aquella para la que no se modifica la estructura, disposición interior o aspecto exterior de la edificación. Por el contrario, una licencia de obras mayores es la indicada para aquellas obras en las que hay alteraciones en fachada y en paredes, modificaciones estructurales, etc.
4. Pedir presupuestos
Si son obras menores, como se aconseja desde las organizaciones de consumidores, pide 3 presupuestos para comparar y escoge el que más te convenga. Si se trata de una reforma integral, es el contratista quién te tiene que presentar un presupuesto detallado, con:
- Todas las partidas de la obra detalladas (demoliciones, albañilería, revestimientos, electricidad, fontanería, carpintería, climatización, pintura, etc.)
- Los materiales que se emplearán con sus respectivas marcas y modelos
- Los datos identificativos de la empresa
- El tiempo de ejecución de las obras
- El IVA
- La forma de pago
5. Supervisión y seguimiento
Por más que se viva lejos de la casa que estás reformando, hay que estar pendiente de la evolución de las obras y controlar que los tiempos son los acordados. Siempre se suelen alargar algo más de lo previsto, pero no se debe permitir un exceso, ya que incrementaría el precio final.
Si vas a reformar una casa rural o de pueblo, ¡sigue estos consejos!
Foto: BIT Comunicació