Uno de los motivos por los que compramos o alquilamos un piso es porque las parejas deciden irse a vivir juntas. Este paso muchas veces o refuerza o complica las cosas en la relación. En api.cat te decimos que debes y que no debes hacer para aumentar las probabilidades que funcione.
Si compartir piso es complicado porque cada persona es un mundo y todos tenemos nuestras pequeñas manías, vivir en pareja no se queda atrás. ¿Cómo hacerlo?
- Dejar un tiempo de ajuste
Al principio pueden darse situaciones raras y que haya cosas que hace el otro que no entiendas y te pongas de los nervios. ¡Qué no cunda el pánico! Pasar un mes en un piso en Calafell para pasar las vacaciones no quiere decir que os conozcáis, la realidad empieza cuando la convivencia. Así que hay que dejar un tiempo para acostumbrarse al otro.
- Comunicarse ante todo
Una cosa es dejar un tiempo para acostumbrarse, pero nunca hay que dejar de hablar. Pues si hay un problema o un malentendido, lo mejor es hablarlo. Si no te gusta cómo está decorando el piso o quieres incluirte como co-propietario y no sabes cómo decirlo, lo mejor es sentarse y hablar para que no llegue más lejos.
- No hace falta estar las 24 horas juntos
Irse a vivir en pareja no significa pasar todo el rato junto, pues no se tienen las mismas aficiones. La mayoría de pisos tienen más de una habitación y hay que aprovecharlas, ¿no? Por eso, hay que dejar un poco de espacio para cada uno y disfrutar del rincón de lectura o yoga que nos hemos construido en nuestro piso de Sabadell.
- Hoy por ti mañana por mí
Hacer pequeños sacrificios es bueno para mantener la cordura en la pareja. No siempre nos gusta lavar los platos u ordenar el armario o la cocina, pero no hay que pretender que siempre lo haga el otro. Hay que irse turnando las tareas y hacer pequeños sacrificios para mantener la paz en la convivencia.
- Manías compartidas
Al empezar a vivir juntos muchas veces venimos con las costumbres de casa. Por ejemplo, en su casa los platos se friegan después de cada comida y el otro los deja acumular. No hay que dejar que estas pequeñas costumbres nos molesten y buscar un nuevo método, es decir, combinar y buscar el nuevo y nuestro “yo siempre lo he hecho así”.
- No caer en la rutina
Cuando ya llevas un tiempo conviviendo, a menudo ocurre que te sientes más su compañero de piso que su pareja. Por eso, es bueno fijarse fechas para salir de casa e irse de vacaciones y hacer algo que rompa la rutina. ¡Queda prohibido hablar de las cosas del piso!
¿Estás buscando piso con tu pareja? Cuéntanos.
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